Daniel Cobos[1]

Santiago Rodríguez[2]

1.09.25

En la semana del 25 al 31 de agosto de 2025, la política educativa se concentró en la presentación del Sistema de Bachillerato Nacional de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) y los resultados de la plataforma Mi Derecho, Mi Lugar para el ingreso a la educación media superior en la Zona Metropolitana del Valle de México. Estos esfuerzos reflejan la promesa gubernamental de transitar hacia un modelo que priorice la justicia educativa sobre la lógica meritocrática y fragmentada del pasado, representada por el examen de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) que se aplicó entre 1996 y 2024.

            El primer tema destacado es la presentación de resultados de la plataforma Mi Derecho, Mi Lugar. La Secretaría de Educación Pública (SEP) reportó que 97.4% de los estudiantes quedaron asignados entre su primera y tercera opción educativa, en contraste con 26.2% que obtuvo su primera opción en el sistema anterior de la Comipems.[3] La presidenta Claudia Sheinbaum enfatizó que se ha erradicado el concepto de “rechazados”, [4] pues todos los jóvenes que solicitaron un lugar fueron asignados a alguno de los planteles disponibles. Además, se anunció la apertura de 6 000 espacios adicionales y la creación de ocho nuevas opciones educativas tecnológicas.[5]

            Si bien estas cifras pueden interpretarse como un éxito en la ampliación de la cobertura, se requiere analizar si la asignación satisface las expectativas formativas y geográficas de los jóvenes, así como los posibles efectos sobre la calidad educativa. Después de los resultados, se reportaron diversas controversias; por ejemplo, aspirantes a quienes no se les asignó el plantel solicitado, aunque obtuvieron el puntaje requerido, o aquellos que tuvieron diversos problemas con el acceso a la plataforma para realizar el examen, así como cancelaciones sin motivo.[6]

            El segundo tema es el Bachillerato Nacional, presentado por el secretario Mario Delgado como “la transformación más profunda de la educación media superior en el último medio siglo”.[7] Este proyecto busca unificar los 32 subsistemas existentes bajo un marco curricular común, con el objetivo de reducir la fragmentación y la desigualdad que caracterizaron a este tramo educativo por años.[8] No obstante, persisten interrogantes respecto de la implementación real de este modelo, en particular en cuanto a la capacitación docente, la adecuación de la infraestructura y la articulación con los subsistemas autónomos y descentralizados.

            Un tercer elemento de discusión fue la postura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Durante la ceremonia de inauguración del Bachillerato Nacional, el rector Leonardo Lomelí señaló que alrededor de 200 000 egresados de bachillerato no logran ingresar a la universidad.[9] Esta declaración tensiona el discurso oficial de “cero rechazados”, al recordar que el cuello de botella se desplazará hacia el nivel superior que requiere aumentar la matrícula. En el ciclo escolar 2023-2024, hubo más de 5 300 000 estudiantes inscritos en educación superior, con una cobertura nacional de 33.9% en la modalidad escolarizada, sin incluir el posgrado.[10] Esta cifra se encuentra por debajo del promedio de los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como de algunos países de América Latina, como Argentina y Chile.[11] Cabe recordar que la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) mantuvieron sus propios exámenes de selección, lo cual revela la persistencia de mecanismos filtro en instituciones de alta demanda, asociados con una alta selectividad social.

            La semana dejó en claro que las políticas implementadas son ambiciosas y potentes en términos simbólicos, pero su éxito dependerá de la capacidad del Estado para garantizar no sólo el acceso, sino las condiciones necesarias para la permanencia y el aprendizaje significativo. El verdadero desafío será evitar que la unificación curricular atente contra la diversidad y que la ampliación de la cobertura no consolide circuitos diferenciados de calidad entre subsistemas de educación media superior, lo que podría abonar a la hipótesis de la inequidad efectivamente mantenida; esto es, los estratos sociales privilegiados utilizan distintas estrategias según la etapa de expansión: en fases de cobertura limitada, su privilegio es el acceso; cuando el acceso tiende a la universalización, su ventaja reside en elegir circuitos educativos de mayor calidad y estatus dentro de la oferta disponible.[12]


[1] Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación. peacy35@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9712-8814

[2] Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación. sarodriguez513@gmail.com ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1697-294X

[3] Cuando en 2012 la educación media superior comenzó a ser un nivel obligatorio (reforma al artículo 3° constitucional), se intensificaron los esfuerzos para garantizar un lugar a todos los egresados de la secundaria, al menos en teoría. Antes de la reforma, la presentación del examen Comipems y la obtención de más de 30 aciertos (de un total de 128 reactivos) eran requisitos necesarios para que el aspirante fuera asignado a alguna institución educativa. Véase SEP (2000), Perfil de la educación en México.

[4] “Ya no hay ‘rechazados’ para ingresar a educación media superior: Sheinbaum”, https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/08/25/sociedad/ya-no-hay-rechazados-para-la-educacion-media-superior-en-zmvm-delgado

[5] “Se acabaron los rechazados; SEP abre 6 mil lugares para bachillerato”, https://www.razon.com.mx/mexico/2025/08/26/se-acabaron-los-rechazados-sep-abre-6-mil-lugares-para-bachillerato/

[6] “Frustración y reclamos por errores del ECOEMS; SEP afirma que 95 % de aspirantes quedó en sus primeras opciones”, https://animalpolitico.com/sociedad/frustracion-reclamos-errores-ecoems-2025?fbclid=IwY2xjawMePQxleHRuA2FlbQIxMQABHsoFljeElcQRUkt954ir7ibSSHrIDHj5WhWwhJLTnOnHtyU6-AMlLaS6i934_aem_YP0cMjnYfye9n3y_cKeh_g

[7] “Bachillerato Nacional de la NEM, la transformación más profunda de la Educación Media Superior en el último medio siglo”, https://www.gob.mx/sep/prensa/boletin-275-bachillerato-nacional-de-la-nueva-escuela-mexicana-la-transformacion-mas-profunda-de-la-educacion-media-superior-en-el-ultimo-medio-siglo-mario-delgado-carrillo?idiom=es#:~:text=El%20secretario%20de%20Educaci%C3%B3n%20P%C3%BAblica,en%20el%20%C3%BAltimo%20medio%20siglo

[8] Véase “Bachillerato tecnológico o general: ¿Cuáles son las diferencias entre las prepas que se quieren implementar en México?”, https://heraldodemexico.com.mx/nacional/2025/8/26/bachillerato-tecnologico-general-cuales-son-las-diferencias-entre-las-prepas-que-se-quieren-implementar-en-mexico-725118.html y  “SEP alista nuevo Sistema Nacional de Bachillerato; ‘el actual no es funcional’: Mario Delgado”, https://www.milenio.com/politica/mario-delgado-sistema-educacion-media-superior-no-funcional

[9] “UNAM asevera que 200 mil estudiantes de bachillerato no ingresan a la universidad”, https://www.elsudcaliforniano.com.mx/elsoldemexico/mexico/unam-asevera-que-200-mil-estudiantes-de-bachillerato-no-ingresan-a-la-universidad-25417694

[10] SEP (2023), Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2022-2023, https://www.planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/principales_cifras/principales_cifras_2022_2023_bolsillo.pdf

[11] Al respecto se puede consultar el Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina, https://siteal.iiep.unesco.org/

[12] S. R. Lucas (2001), “Effectively maintained inequality: education transitions, track mobility, and social background effects”, American Journal of Sociology, https://doi.org/10.1086/321300