{"id":1855,"date":"2025-03-03T06:24:05","date_gmt":"2025-03-03T06:24:05","guid":{"rendered":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/?p=1855"},"modified":"2025-03-26T05:02:37","modified_gmt":"2025-03-26T05:02:37","slug":"esther-seligson","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/2025\/03\/03\/esther-seligson\/","title":{"rendered":"Esther Seligson. La adivina de lo desconocido"},"content":{"rendered":"\n
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Oriana Delgado Valdepe\u00f1as<\/em>
Grupo de Investigaci\u00f3n Escritos de mujeres
CDMX, enero 25 de 2025<\/p>\n\n\n\n

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Mi primer encuentro con Esther Seligson Berenfeld (1941-2010) se origin\u00f3 a finales del verano del 2023 cuando, por azar, en uno de los libreros de mi mam\u00e1 hall\u00e9 sus Cuentos reunidos editados por Malpaso en 2017. Desde esa primera ocasi\u00f3n, su historia y sus textos se me presentaron como un misterio del cual quise saber m\u00e1s. Gracias al pr\u00f3logo que escribi\u00f3 Sandra Lorenzano, supe que estaba frente a una escritora que hab\u00eda crecido dentro de la religi\u00f3n jud\u00eda y quien, simult\u00e1neamente, disfrutaba aprendiendo sobre el tarot, la c\u00e1bala, la adivinaci\u00f3n, la mitolog\u00eda griega, los relatos b\u00edblicos y la acupuntura.<\/p>\n\n\n\n


Mi curiosidad por saber m\u00e1s sobre Esther creci\u00f3 cuando le\u00ed el pr\u00f3logo que Sandra Lorenzano escribi\u00f3 sobre ella en el que cuenta que la escritora fue \u201cuna adivina, maga y astr\u00f3loga que se sentaba en el piso, descalza, a hablar de la vida, de la muerte y de los misterios de lo sagrado en su taller de sacerdotisas\u201d. Con esa primera imagen m\u00e1gica sobre Esther, le\u00ed Sed de mar (1984), el libro en el que ella cre\u00f3 una serie de cartas entre Pen\u00e9lope y Odiseo; semanas despu\u00e9s le\u00ed su recuento autobiogr\u00e1fico publicado bajo el t\u00edtulo Todo aqu\u00ed es polvo (2011) y sus diarios de viaje publicados en Escritos a mano (2011), as\u00ed me adentr\u00e9 m\u00e1s en el misterio de su universo.<\/p>\n\n\n\n


Esther, escorpi\u00f3n de octubre con ascendente en leo y Plut\u00f3n, poeta, tarotista, astr\u00f3loga, viajera, maestra, dramaturga y, como dice Mar\u00eda-Milagros Rivera Garretas, ama de su casa, creci\u00f3 junto a su hermana menor, Silvia Seligson, dentro de una familia jud\u00eda no ortodoxa que tuvo origen en M\u00e9xico gracias a su madre, Mar\u00eda Berenfeld, y a su padre, Szlome Zeligson, tambi\u00e9n conocido como Salom\u00f3n Seligson, ambos jud\u00edos que llegaron a M\u00e9xico desde Rusia y Polonia como parte de un grupo de personas jud\u00edas que buscaban refugio en otros pa\u00edses.<\/p>\n\n\n\n


Esther creci\u00f3 dentro de un ambiente con tradiciones religiosas profundamente arraigadas, pas\u00f3 su infancia y parte de la adolescencia dentro de la escuela jud\u00eda Yavn\u00e9 y permaneci\u00f3 en la casa familiar hasta pocos d\u00edas despu\u00e9s de cumplir diecinueve a\u00f1os cuando, por decisi\u00f3n de su padre y de su madre, se cas\u00f3 con Alfredo Joscowickz con quien, poco tiempo despu\u00e9s, tuvo a sus dos hijos Leo y Adri\u00e1n Joscowickz Seligson. Su matrimonio con Alfredo dur\u00f3 cerca de diez a\u00f1os, tras los cuales finaliz\u00f3 por medio del divorcio.<\/p>\n\n\n\n


Despu\u00e9s de su relaci\u00f3n con Alfredo Joscowickz, la escritora tuvo otras parejas, sin embargo, eligi\u00f3 no volver a compartir su casa con ninguno de ellos. Esther decidi\u00f3 tener su espacio propio, habitar en un hogar solo para ella, en sus propias palabras: \u201cyo escog\u00ed la soledad como quien se interna por un camino sagrado. As\u00ed que se equivocan si piensan que vivo sola por despecho o por conservar memorias intactas. \u00bfPor qu\u00e9 habr\u00eda de volver a podar y podar las alas de mi libertad?\u201d Esther fue una mujer libre que mantuvo siempre como orden primordial la pol\u00edtica de la relaci\u00f3n y la obediencia hacia s\u00ed misma.
A partir del trabajo de investigaci\u00f3n que he hecho sobre la vida de Esther Seligson, not\u00e9 que la libertad de la que tanto escribi\u00f3 era siempre una libertad en relaci\u00f3n, caracter\u00edstica de la pol\u00edtica femenina y del estar entre mujeres. La pr\u00e1ctica que Esther ten\u00eda de su libertad era a partir de su relaci\u00f3n con lo divino, con Dios. La vida que la escritora eligi\u00f3 y las decisiones que tom\u00f3, estuvieron encaminadas a generar sus encuentros con el ser divino.<\/p>\n\n\n\n


Aunque Esther Seligson fue educada bajo una religi\u00f3n patriarcal y presionada a casarse como parte de una tradici\u00f3n de \u00e9sta, la relaci\u00f3n que ten\u00eda con Dios era de intercambio libre, ella nunca necesit\u00f3 de la mediaci\u00f3n masculina para poder contactar con la divinidad pues \u00e9sta se encontraba situada a su alcance. Cada una de las experiencias espirituales que Esther Seligson tuvo, ven\u00edan del entendimiento que ten\u00eda de haber nacido de una mujer y de su propio ser mujer. Para Esther, su ser mujer signific\u00f3 tener la capacidad de ser \u201cderramante y recipiente\u201d al mismo tiempo, de ser dos en un solo cuerpo, de recibir a alguien m\u00e1s (humano o divino) dentro de s\u00ed.<\/p>\n\n\n\n


Desde ese primer contacto con Esther, supe que hab\u00eda algo mucho m\u00e1s antiguo que se revelaba entre sus p\u00e1ginas, una experiencia que ya hab\u00eda sido escrita por otras autoras. Esther se present\u00f3 ante m\u00ed como parte de una extensa genealog\u00eda de escritoras que comparten entre s\u00ed la experiencia de la visita de Dios, lo que Luisa Muraro describi\u00f3 como \u201cun tipo de experiencia hist\u00f3rica que parece repetirse, en relaci\u00f3n dual, entre mujeres de \u00e9pocas y contextos relacionales bastante distintos\u201d. Esther, como muchas otras escritoras, dej\u00f3 en su escritura el testimonio de una vivencia que ya hab\u00eda sido experimentada y descrita por otras mujeres en la historia: la posibilidad de albergar a Dios en el cuerpo y de hacer de esa vivencia algo tangible y comprensible.<\/p>\n\n\n\n


A lo largo de toda esta aventura tan maravillosa que ha sido trabajar con Esther, me encontr\u00e9 con la apertura de un infinito de posibilidades que est\u00e1n situadas a mi alcance. A trav\u00e9s de su escritura he conocido m\u00e1s acerca de la vitalidad de la libertad femenina y mi propia pr\u00e1ctica de ella. Con cada una de sus obras, Esther me regal\u00f3 la claridad necesaria para seguir el hilo dorado que encontr\u00e9 escondido entre sus palabras y que se un\u00eda al de otras escritoras que habitaron en lugares y temporalidades distintos y quienes tambi\u00e9n recibieron a Dios dentro de sus cuerpos. Me aventur\u00e9 as\u00ed en la intimidad de sus p\u00e1ginas, con la certeza de que en Esther hab\u00eda encontrado el inicio de un tesoro, una puerta hacia una genealog\u00eda de escritoras que estuvieron abiertas a la posibilidad de recibir a Dios.<\/p>\n\n\n\n


La reconstrucci\u00f3n que hice sobre su vida ha sido una de las investigaciones que m\u00e1s he gozado. El camino junto a Esther Seligson ha estado lleno de sorpresas secretas, cada vez que pensaba que no pod\u00eda encontrar m\u00e1s sobre sus revelaciones se presentaba una nueva oportunidad: entrevistar a su hermana Silvia Seligson, acceder a los archivos fotogr\u00e1ficos familiares, tener entre mis manos algunas de las postales que Esther escribi\u00f3 con detalles sobre sus deseos de ser rabina, sus incursiones en los viajes cham\u00e1nicos con peyote y sus estad\u00edas de semanas en silencio en el desierto. Cada una de estas experiencias que conoc\u00ed ten\u00edan en com\u00fan su hambre y su sed de Dios, su inmensa necesidad de saberse tocada por lo inaudito.<\/p>\n\n\n\n


La dicha de trabajar con Esther Seligson ha significado tambi\u00e9n estar en relaci\u00f3n con otras escritoras como Enriqueta Ochoa, Laura Esquivel, Claudia Kerik, In\u00e9s Arredondo y Elena Poniatowska, pues, contrario a lo que se suele pensar, ninguna de ellas llev\u00f3 su proceso creativo de forma aislada o en relaci\u00f3n \u00fanicamente con los escritores que fueron sus contempor\u00e1neos. En Escritos a mano y Todo aqu\u00ed es polvo, encontr\u00e9 las menciones que Esther hizo sobre su amistad con otras escritoras, recuerdos de las conversaciones que ten\u00eda con ellas, fragmentos de las postales que les enviaba desde Jerusalem, Praga o Lisboa. Segu\u00ed el rastro de aquellas pistas y comenc\u00e9 a imaginar a Esther desde la relaci\u00f3n, pensando siempre en las redes que ella cre\u00f3 con otras escritoras.<\/p>\n\n\n\n


Tal y como Esther se acompa\u00f1\u00f3 siempre de otras mujeres, con quienes teji\u00f3 los hilos que unen sus historias, el trabajo que hice sobre ella tambi\u00e9n ha sido a partir de la relaci\u00f3n con las otras. A mi investigaci\u00f3n la han acompa\u00f1ado In\u00e9s Arredondo, Luisa Muraro, Margarita Porete y Pita Amor que me permitieron ver entre sus p\u00e1ginas la misma experiencia hist\u00f3rica, mi mam\u00e1 y mis amigas quienes me escucharon hablar incansablemente sobre la maravilla de los encuentros espirituales de Esther, mis maestras y mi directora de tesis que han le\u00eddo y acompa\u00f1ado pacientemente cada una de las ideas y p\u00e1ginas que he escrito, Silvia Seligson quien desde el inicio me recibi\u00f3 con afecto y abierta a la posibilidad del intercambio y, por supuesto, mi querida Esther que me revel\u00f3 la dicha de lo desconocido, me ense\u00f1\u00f3 sobre la obediencia a una misma y los misterios de la vida.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Oriana Delgado Valdepe\u00f1asGrupo de Investigaci\u00f3n Escritos de mujeresCDMX, enero 25 de 2025 Mi primer encuentro con Esther Seligson Berenfeld (1941-2010) se origin\u00f3 a finales del verano del 2023 cuando, por azar, en uno de los libreros de mi mam\u00e1 hall\u00e9<\/p>\n","protected":false},"author":4,"featured_media":1386,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"aside","meta":[],"categories":[104],"tags":[96],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1855"}],"collection":[{"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/users\/4"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1855"}],"version-history":[{"count":5,"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1855\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":2014,"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1855\/revisions\/2014"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/media\/1386"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1855"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1855"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/iisue.unam.mx\/escritoras\/index.php\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1855"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}